Reflexión efímera
Nos encontramos en el siglo XXI, época donde es necesario revalorizarnos como ciudadanos, como seres humanos; caso no fácil de asimilar debido a las múltiples tareas priorizadas en nuestras vidas lo cual no imposibilita la facultad de pensamiento y análisis autocritico, vivimos una época donde sobre vivir o intentar mantenernos en un status socialmente estable ya sea en lo económico como en lo financiero.
Venezuela, desde el año 2002 e incluso desde antes, ha experimentados diferentes facetas económicas, se ha implantado diferentes técnicas de emerger la economía, algunas han funcionado, otras no, escazas ni se han notado; hemos sido testigo de políticas económicas que según los mandatarios, según los altos ejecutivos del gobierno aseguran ser la solución a los problemas, que incluso en campañas políticas han manifestado. Y es que a todas estas la solución a nuestras penurias no ha dejado de mermar, cabe destacas que cada año la población va creciendo, cada año se necesita más empleo para cubrir la demanda de egresados profesionales en diferentes áreas, cada año las necesidades van creciendo y esto genera una fuertes angustias de cual será nuestro futuro de manera general.
De todas las vicisitudes, de la guerra económica, de las políticas implementadas: algunas erradas y otras acertadas, del bachaquero, del revendedor, del mal amigo, del político salta talanquera, del indeciso, de la derecha indecisa e izquierda apaciguada y así un largo etcétera que nos han semicondenado a realizar cambios en nuestra cotidianidad.
Bienvenido al campesinado
Nos vemos "obligado" a solventar de maneras rápidas o largas, -todo depende de nuestro alcance económico-, y esto nos ha llevado en algunos casos de utilizar y reutilizar o sacar del ático, del garaje, del galpón los utensilios que nuestros abuelos operaban para poder producir.
Hemos visto, cientos de cuñas comerciales, lo difícil que era hacer lo autóctono de nuestras tierras, las arepas, el sembrar, el crear o inventar; estos comerciales nos han vetado o sesgado debido al "avance de la tecnología", a lo fácil que extraer el producto y comprarlo a las grande empresas y de esa manera evitamos pensar en cómo producir sin estar en el campo de producción base, puesto que es más fácil estar detrás de un escritorio –que no estoy en contra, ya que hay empleos necesarios para el buen vivir- que ser productor de cualquier producto.
Como el Yin y el Yang, lo bueno y lo malo, el bien y el mal; existe un punto a favor el uno con el otro, "no hay mal que por bien no venga" hemos aprendido que si no encontramos el producto, podríamos hacerlo; y hemos visto que en algunos hogares, en algunas esquina de nuestro pueblo, ciudad, campo o caserío, hay como ejemplo: una trilladora de maíz, una máquina de hacer helados tubulares –chupi o bambino- , un molino, hornos para hacer panes y tortas, etcétera, todo para no dejar de percibir algún dinero extra a causa de la carestía. De esta manera, hemos aprendido nuevamente, que con trabajo podríamos podemos sacar adelante a un país que a consecuencia de las disputas políticas, se ha retardado en algunos aspectos importantes. Gracias a las dificultades, hemos aprendido a sembrar; gracias a las dificultades, hemos aprendido a producir; gracias a las dificultades, hemos aprendidos a generar diferentes rubros de los cuales de manera consciente, somos capaces de intercambiar de manera justa y equitativa.
Del entendimiento lo atendible
No es indebido mencionar que dentro de todo este lado positivo de semi producción o de pequeño comerciante en lo cual nos hemos transformado, existe lamentos y un poco de desesperanza por el porvenir de nuestro país, no es indebido mencionar que hace falta mucho por aprender y mucho por convivir, no es indebido mencionar que a causa de la carestía, nos hemos transformado en una especie de animal celoso y sin sentimiento por nuestros semejantes por el mismo celo de cómo dar sin percibir, todas estas circunstancias son preocupantes, pero más preocupante es como solucionar sin que salgamos afectados, sin que el país en todo su esplendor sea vulnerado.
Suo témpore
Y para finalizar, "por ahora" no es sino necesario una reflexión y que esta no sea efímera, que no sea por un momento cuando nuestro estomago este lleno y nuestros bolsillos abarrotados, no, es necesario entrar en razón, debemos conmensurar la vida, la naturaleza, estimar lo necesario para sobrevivir y no disipar las cosas elementales de la vida, no despilfarrar, malgastar, destruir nuestro ecosistema ni nuestra forma de vida, es necesario ser sencillo y sin alardes ni adornos superfluos, entender la palabra probidad, y sobre todo el mayor de los respetos el uno con los otros y no caer como el juego de palabras de un comediante muy famoso dijo en una película, tomando la palabra de Dios "amaos los uno a los otros" y en su lugar entendieron "armaos los unos contra los otros".
Aporrea.org
Muchas gracias guerra económica
Erik J. Hernández
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