Política negativa

“La costumbre de ver el buen lado de cada cosa vale una fortuna.Todas las cosas tienen un lado bueno y otro malo y si solo consideramos lo malo, nos parecerá que estamos en un mundo insoportable”
Noel Clarasó

Nuevamente vemos como la política ha interrumpido el ocaso de nuestra vida, la serenidad de las cosas y la fluctuación de los valores, vemos como cada día que pasa nos convertimos en bestias e incalculablemente menos preciamos a nuestros conciudadanos, somos parte de un planeta único en su especie, por ahora somos únicos en esta vida y no consideramos de ella, la polarización que no es otra cosa que desigualdad social llevada al extremo mismo, donde de una manera excluyente lleva al individualismo y eventualmente al cinismo.

Vemos de ese resultado hechos que caracteriza la modernización moral, -cosa excluyente, claro está- donde fluctúa la desigualdad pura y que podemos apreciar en los medios de comunicación social –no se me molesten los que cubren las noticias, hablo más de los que ideológicamente se polarizan, que no son todos- nos intimidan dándole formas muchas veces ajustadas a sus interés personales y materiales, y ofertan indiferencias llenas de malicias, esa negatividad descarada donde muchas veces llegan a la noticia amarillista e irrealista; hay un detrás de todo esto y la causa: participación política, este derecho universal así como muchos otros derechos como el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a la libertad de  pensamiento, derecho a la libertad de expresión y opinión, etc. etc., como muy bien explicito se encuentra en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) del 10 de diciembre de 1948, que no es una ley, pero si es una guía sublime y que hoy en día pareciera no existir gracias a la presencia imponente del mercado mundial; pero ¿qué tiene que ver el mercado vs los derechos humanos? Pues, la respuesta es muy simple: la imposibilidad humana: la imposibilidad de pensar libre e independientemente, la imposibilidad de ser lo que somos gracias a el recuerdo de nuestro principio histórico, ya que gracias al mercado mundial los políticos dejaron de trabajar por el interés colectivo, convirtiéndose en títeres de proyectos mundialistas y a su vez en pro de sus beneficios nos intoxican con sus discursos estériles y gastados, y que por condiciones de la vida, caemos en un lenguaje soez y este a su vez es aprovechado por un grupo de personas dándole más augurio de lo que pueda pasar, y vemos como en las noticias retumba estos panfletos combinándolos con imágenes supuestamente desorientadas, pero que a su vez nos manifiesta desviación de lo que se lee con lo que vemos, a esto se le llama: percepción visual, originando una serie de preguntas interpersonal de los hechos suscitados en relación a lo manifestado, es decir de acuerdo al titular de prensa sumando este una imagen relacionada pero con fisonomía distinta, nos levanta el pensamiento, pero no sanamente, ya que muchas veces esta imagen es de culpa. Cabe destacar que en la Ley de Responsabilidad Social en radio, Television y medios Electrivos, menciona en su Articulo 3 de Objetivos General lo siguiente: 3. Promover el efectivo ejercicio y respeto de los derechos humanos, en particular, los que conciernen a la protección del honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación y al acceso a una información oportuna, veraz e imparcial, sin censura.

Es por ello que les dejo una serie de imágenes tomadas en días distintos, por diferentes actores políticos en diferentes diarios nacionales e internacionales, sean ustedes testigos de cómo algunos medios de comunicación a obligación o causa política, ha hecho de estos medios una imponente barrera en nuestras vidas entre la realidad, el pensamiento y la moral.