Vestidos de blanco

En las venidera elección a Diputados para la Asamblea Nacional 2015, entre muchas cosas, está el  surgimiento de nuevos partidos políticos que en elecciones anteriores han pasado desapercibido o no han sido visto por la población votante, y en algunos casos no se les ha tomado en consideración por diferentes causas; sin embargo debido a las variantes situaciones económicas, social y político que estamos viviendo ya sea por algunos acuñándole  la culpa a la llamada “izquierda” o “ derecha”, lo cierto a todas estas, se ha perdido esa confianza política al color del partido político y a su nombre debidamente, todo esto a consecuencia de culpas sin culpa, de razones sin sentidos y de candidatos a dedo. No es para menos que sumando más de 65 años entre la cuarta y la quinta, aun en un País con más de 200 años de historia independentista entre luchas, 

batallas y victorias no hayamos podido encontrar ese algo que necesitamos para surgir como Nación libre e independiente, más nos marcan los tapujos e indiferencias que nos llenan con desperdigaciónes  necias, por ostracismo y cualquier encubrimiento a la realidad.

Pareciera ser ya, una costumbre o más bien una tradición en Venezuela, que veamos a un militante elegido de algún partido vestirse de blanco en busca de votos y paseándose por cada rincón inhóspito de su selección y que en ningún momento tiene el mas mínimo conocimiento de las necesidades de una pequeña población,  y que solo aparezca cuando pasa el cometa Halley y es injusto que muchos de ellos despotricadamente arremetan con otros y otras. Por otra parte, están los que conocen la situación desfavorable que viven los ciudadanos de una determinada ciudad, municipio o País, -según sea el caso- y se “hacen la vista gorda” al momento de haber sido elegidos para el fin, y quedando en el olvido las tantas promesas cumplidas en su cabalidad a palabras, pero sin comienzo de ella en hecho, no podemos permitir seguir viviendo de que harán o puedan hacer, sino quienes son y que han hecho por su comunidad, por su pueblo, por la sociedad misma.

"Nadie hace bien lo que no sabe; por consiguiente nunca se hará República con gente ignorante, sea cual fuere el plan que se adopte"

y seguimos cometiendo los errores del pasado, y seguimos una y otra vez de copia en copia, adaptando lo inadaptable, eludiendo lo ineludible y no es por desconocimiento, tal vez por caprichos e inmadurez de algunos cuantos, en seguir patrones que no se asemejan a nuestras prioridades, que no tiene relación a nuestras necesidades, que no tiene fluidez en nuestra República y en nuestra Nación u Estado. Basta de seguir con las diferencias absurdas, basta de burdos planes que quizás llegarían a solventar, pero no se le da el interés necesario y la rectitud precisa en seguir por la línea de lo más posible correcto y justo.

El candidato, no puede seguir aludiendo a sus “que hacer” ni el “que hará” “las palabras se las lleva el viento” y quedan en el olvido, pero no es cuestión de candidato, es cuestión del votante, de las personas que eligen a sus candidatos, somos nosotros los que con sumo cuidado debemos de ver su cultura, la sencillez, la amabilidad, la probidad de cada uno de ellos y hacerles recordar durante y después del porque están allí y por quienes logro su puesto. Que maravilloso es ver a alguien que se preocupe por su gente, que fastuoso es saber con cual afán se desvela por todos sin preocupaciones ideológicas, sin preocupación de dogmas que limitan y entorpecen los planes y arraigan pasiones desorbitantes y excluyentes. No es un adorno el Artículo 5 de nuestra Constitución, y de que muchos candidatos obvian:

"La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos."