Entre el populismo, la demagogia y el despotismo

No existe diferencia entre la codicia y la desvergüenza, ambos están ligados a llegar a su absoluto sin acatar las más terribles consecuencias de lo que pueda incurrir las faltas; en los sistemas políticos de hoy en día podemos apreciar estos hechos con más afinidad
, es allí, entre los tres puntos del título de esta humilde opinión.

Donde más se estimulo fue en la segunda guerra mundial (1939-1945) y el país que más se acentuó fue la Alemania nazi, cuando Joseph Goebbels creo y  aplico sus onces principios de la propaganda nazi. Él, es categorizado como el padre de la propaganda y desde entonces, muchos de los países y partidos políticos han adoptado estos puntos como base, para llamar más la atención, para adoctrinar y hacer creer a aquellos seguidores e hipnotizarlos haciéndoles creer que la verdad, es solo de ellos y es absoluta. Venezuela no ha escapado de estas estrategias llegando al punto manipulador; utilizando los medios sociales, llámese prensa escrita, redes sociales, radio y televisión; no es posible mencionar a un solo partido, ya que, en su gran mayoría, viéndose en la necesidad, ya sea porque están perdiendo seguidores (militantes) o para captar nuevos llamados “masas populares”.

Observamos diferentes patrones de estos hechos, que casi imposible dejar de  mencionar que la política en Venezuela se ha perdido a causa de ello; el “político” de Venezuela se ha determinado a la tarea de ser el centro de atención, a venderse como si de un producto desechable se tratare, en vez de ser parte y formar un sistema de Gobierno; debe de llevar no solo fe y esperanza entre sus palabras, sino trabajar por lo que han dado hacerse sentir vox populi elegido, a solventar problemas, a actuar por el ideal Venezolano, hacer valer la soberanía en todos los sentidos, no limitarse y dejar de ser un actor de telenovela mal pagado.

Que maravilloso seria escuchar a un político no habla, pero que se manifiesta con hechos y no que hacer, porque al elegir a un candidato para x cargo, ya desde un principio él o ella, tiene y debe de tener claro por donde comenzar, y es claro que no es recuperar lo invertido, es recuperar lo que el pueblo ha perdido y fortalecer su inversión. Dejar a un lado la prepotencia, enterrar la tiranía y darle fruto a las esperanzas de la Nación, porque de nuevo no es el hacer, esto nos limita como el compromiso, valen más los hechos, demostrados como el resultado de Dios con todo lo que vemos y gozamos.

No es un camino fácil, porque si así fuese, Jesus no habría de sacrificarse por nosotros y aquí estamos gracias a Él. Entonces, porque no valorar nuestros derechos, no nos dejemos pisotear por el despotismo de la ignorancia, no vayamos hacia la luz cegadora de la inconciencia; sigue el camino real del conocimiento y fortalécete de misericordia.