Voluntad Soberana

Dado las circunstancias que la actual Venezuela padece en materia de seguridad, alimentaria, productividad y otros factores que genera discordia y discriminación; nos hemos visto obligado a cambiar de rutina en diferentes formas de la cotidianeidad social y cultural, nos hemos embarcado en un mar de arena ya que los eminentes peligros que atravesamos son incontables, estamos en oblicua situación intrínseca del modus operandi político y que ello no sitúa posición a favor del pueblo soberano sino a favor del color partidista.

Los Venezolanos hemos vividos mares de sangre a causa de muchas guerras y batallas, tanto civiles como dictatoriales y estas a su vez, nos ha llevado al despotricamiento absoluto y degenerado entre nosotros mismos, nuestro lenguaje se ha visto desvirtuado sea para bien o para mal, hemos visto como nuestro comportamiento espiritual, cultural, ético y moral ha transcendido a un plano frívolo, mucha frivolidad que nos enseñan en esa caja llamada televisor por diferentes factores o programas de televisión. Y ¿qué hacer con nuestra fuerza?, que no hablo de la fuerza física, no ese es otro tema, hablo de la voluntad, esa fuerza que están en nuestra mente y que se manifiesta cuando nos encontramos en plena crisis, cuando nos sentimos oprimidos en todos los sentidos por mucho tiempo, y en donde tenemos ese derecho de expresar nuestras ganas, es muy simple, tenemos la Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, allí están las bases para expresarnos de manera firme, sin tapujos y puntual; en su preámbulo leemos lo siguiente:

“Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;”

he comentado sobre la discriminación, y que curioso que en esta base, se hable sobre ello:

“Artículo 7. Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.” 

Pero no solo tenemos tal derecho que aunque no sea Ley, son fundamentos; entonces, tenemos derecho, tiranía, discriminación; son solo algunos factores que a muchos nos remiten una y otra vez de manera sustancial en diferentes discursos y que psicológicamente nos envuelve y nos limita como persona.  En manera general, que nos impide a expresarnos como ciudadanos, que nos impide a elegir a un candidato a ejercer algún cargo público y que este sea honesto, cosa que es muy difícil de hacer, no al elegir porque cuando alguien se postula cierto grupo se encarga de indagar quien es él o ella, sino es difícil que el electorado elija con cierta franqueza y juicio, porque no es culpa de quien nos Gobierna, es culpa de quienes votan por el Gobernante de un Estado, de un Municipio, ect.

En el Artículo 5 de nuestra Carta magna, nos dice muy claro: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.” La soberanía emana del pueblo, y es el pueblo de Venezuela en general que tiene el poder de llevar a su País, mi País adelante en total progreso, y a falta de que nos impide, de nada, absolutamente de nada, tenemos los Artículos 01, 70 y 130 de la Constitución de  la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)  nos habla de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocación del mandato, las iniciativas legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas; que nos falta para demostrar que como personas somos capaces de hacer ejercer funciones que garanticen el bien común: voluntad, la voluntad es una capacidad humana en toma de decisiones, sin esa voluntad somos zombis, sin tomas de decisiones, sin capacidad de elegir entre lo bueno y la malo, seriamos maquinas no pensantes, caminaríamos por ver, mas no por querer, hablaríamos por naturalidad no por razonar, entonces conociendo esto y muchas cosas más por interpretar, que nos impide como Venezolanos, como personas, como ciudadanos de esta República, en alzar nuestra voz, y no hablo de gritos, puesto que sería un acto de rebeldía, ya que rebeldía no es ser de izquierda, es decir: no me da la gana de aguantar esta situación, y quiero un cambio de modelo político sin recaer en lo pasado, en lo que creíamos fue lo mejor, quiero un cambio fructífero sin que nadie quede por fuera, con derechos que del cual son irrenunciables e inalienables.